NÉSTOR JIMÉNEZ RODRÍGUEZ

ACTING

Sus inicios en el arte están íntimamente ligados a la hermosa villa Trinitaria donde transcurrió toda su infancia y gran parte de su adolescencia. Todo comenzó en serio cuando un buen día el magnífico instructor de teatro Pablo Dalmau, colocó tanto en Néstor como en la conocida y talentosa actriz Luisa María Jiménez, su hermana, la semilla de la actuación, invitándolos a formar parte del grupo de teatro de aficionados, en el que participaron en los buenos e inolvidables festivales de la FEEM de aquel entonces, llegando a obtener premio en el Festival Nacional que se efectuaba en la Ciudad de la Habana lo que les valió presentarse en la afamada sala Hubert de Blanck, todo un sueño casi increíble para aquellos niños que ya estaban decididos a hacer actores.
Con la cabeza llena de fantasías, hechizados por la pasión, y con una idea infantil de lo que es un actor, lograron alcanzar el primer gran sueño: A los 17 años entraron en la Escuela Nacional de Arte en la especialidad de Artes Escénicas. A fines de los años 1970 del siglo pasado y como anticipo del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes de 1978 surgió un programa de televisión juvenil que hizo época: Para Bailar.